La terapia tiene un ritmo pendular (no unidireccional) en el cual cada regresión tiene su progresión y viceversa. Según el principio del ritmo de la filosofía hermética, todo fluye y refluye, todo asciende y desciende, todo se mueve como un péndulo y la medida del movimiento hacia la derecha es la misma que la del movimiento hacia la izquierda. El devenir terapéutico es una espiral en la que a la vez avanzas y regresas. Los ejes de trabajo son:

 

1. "Conocerce a sí mismo": El camino hacia el centro. Un autoconocimiento desde la profundidad del inconsciente, pues sólo "haciendo consciente lo inconsciente" se restaura el equilibrio, la salud psíquica y corporal. Este viaje hacia lo profundo de la psique, sus nódulos y bloqueos, está facilitado por el uso de técnicas psicoanalíticas como las pruebas proyectivas, la asociación libre, el análisis de sueños, lapsus, olvidos y transferencia, las técnicas transpersonales como la respiración holotrópica, hipnosis regresiva, el re-encuentro con la sombra, los arquetipos, el espejo y patrones. Vamos en búsqueda del encuentro, sanación e integración del niño interior.

 

2. Fortalecer el proceso hacia la salud del cuerpo físico y sutil: El cuerpo es visto como un todo junto a la mente, las emociones y el espíritu. La enfermedad o síntomas físicos y psíquicos son nuestros aliados, puesto que nos dan la oportunidad de descubrir el mundo interno a través de su comprensión simbólica. Algunos símbolos biológicos pueden ser observados, comprendidos y trabajados desde la óptica de la medicina tradicional china y la bioenergética. Técnicas como la cromoterapia, el trabajo con cristales, sonidos binaurales, aromas y radiestesia nos sirven para este fin.

 

Adicionalmente trabajamos técnicas de respiración y relajación para entrar más en contacto con el sistema nervioso simpático y parasimpático y comprender cómo vivenciarlo más consciente y amablemente. 

 

3. Despertar de La Consciencia: Buscamos la des-identificación con el cuerpo y la mente y la vuelta a nuestra conciencia creadora y el núcleo más esencial de nuestro ser desde donde podemos desarrollar nuestro verdadero potencial. Las técnicas de meditación y visualización son la clave.