CAMPO 

Si se observa un átomo se encuentra que el 99,9% de su composición es espacio vacío y lo restante son partículas-ondas (vibrantes) cargadas de polaridad negativa (electrones) y un centro o núcleo cargado positiva (protones) y neutralmente (neutrones) alrededor de lo que todo se organiza y cuya energía es tan potente que es capaz de generar una explosión nuclear por sí mismo.

 

Así como el átomo es el universo. La mayor parte del universo es espacio vacío en torno a un centro con energía infinita llamado agujero negro. Este vacío del universo también ha sido llamado éter, holograma cuántico, matriz, red, campo, y es en últimas el espacio que contiene todo lo que existe. Pero además, todo lo que existe funciona según leyes matemáticas y geométricas muy exactas descubiertas por la física, la astronomía, etc.; entonces, puede deducirse que este espacio sostiene una creación inteligente y consciente, creada a su vez con inteligencia y consciencia. El Campo es pues una matriz creadora consciente e inteligente, que se reproduce.

 

De ahí la denominación de "mente universal" para este campo y la afirmación según la cual el universo es mente y todo lo que existe es mental (principio del mentalismo de la filosofía hermética). Esta matriz inteligente y consciente, o mente universal, crea lo existente a la manera de proyecciones holográficas cuya naturaleza es estar compuestas de energía vibrátil (principio de vibración de la filosofía hermética: nada está inmóvil, todo se mueve, todo vibra) y estar organizadas alrededor de un centro energético muy potente. El ser humano también es una proyección, un reflejo de este campo consciente y portador de sus mismas cualidades, con un 99,9% de espacio vacío y un centro electromagmético potente: el corazón espititual o Anahata Chakra.

 

LILA

En el sagrado lenguaje sánscrito existe una palabra que denomina los juegos de la suprema mente creadora (la Hiranyagarbha); los juegos son todo aquello que ésta mente hace por diversión y porque es dichosa, esto es el Lila. 

 

Según algunas corrientes del hinduismo, el universo es producto del lila de la suprema mente creadora (del campo). En otras palabras el campo crea el universo en un juego dichoso, y el único fin de esta creación es la creación misma.

 

Además lila es una gama del violeta, el séptimo color del espectro visible y la frecuencia más alta de luz discernible por el ojo del humano (400nm). Lila es el color del séptimo chakra, Sahasrara o flor de mil pétalos, ubicado en la coronilla. Este chakra está asociado a la glándula pineal que se activa liberándonos de ataduras pasadas, conectándonos con nuestra sabiduría interna y con la consciencia suprema. Sahasrara es nuestra puerta a lo espiritual.

 

En la naturaleza encontramos la flor lila purpúrea o flor syringa que simboliza el amor. El amor es la energía que emana de Anahata Chakra, nuestro chakra central o corazón espiritual, creador del campo electromagnético más amplio del cuerpo humano.

 

En astrología, el color lila está asociado a Júpiter, el planeta de la expansión de la consciencia, la creatividad, relacionada con el hemisferio derecho del cerebro, el desarrollo de la autonomía y una filosofía de vida que rompe con los dogmas impuestos por una sociedad o tradición. Júpiter y el color lila son sinónimos de la sabiduría y la felicidad verdadera, de la comprensión holística y de los símbolos sagrados que nos explican las leyes del universo. En Cábala, Júpiter y el color lila están asociados al Sefirot 4 (Chesed), la misericordia, la benevolencia absoluta como principio creador de toda realidad.

 

CAMPO LILA

Campo Lila es la consciencia suprema que crea el universo en su juego dichoso. Nosotros somos partículas idénticas de ese campo lila. A través de éste proyecto, queremos facilitar el despertar de nuestra consciencia creadora, nuestro propio campo lila, la expresión del todo en nuestro ser y la dicha de sabernos envueltos en esta gran matriz o campo lila universal. Queremos potenciar nuestra consciencia creadora libre y responsable, siendo partícipes activos en la creación de la realidad individual y consensuada desde el inconsciente colectivo. También queremos potenciar la reconexión con nuestro centro energético más potente, el corazón y todos los centros electromagnéticos que trabajan a su favor para activar la puerta de Sahasrara que nos alinea con la inteligencia suprema.

 

Campo Lila también es la matriz donde nos permitimos sentir a los otros y re-descubrir que somos parte de una misma creación que nos envuelve e impregna.

 

En pocas palabras, es un espacio donde re-conectarnos con el Gran Campo Lila Universal a través de activar el nuestro y participar activamente en la evolución y creación de la realidad interna y externa desde nuestro núcleo más puro, nuestro corazón.

 

 

SER HUMANO

Somos expresiones de la gran consciencia creadora: seres energéticos conscientes, inteligentes y creadores, experimentando la existencia humana a través del cuerpo, cuyo centro energético es el corazón (Anahata Chakra), siendo su tipo de energía el amor. En otras palabras, somos un campo lila materializado cuyo centro es el corazón. Somos parte de la mente creadora suprema (el gran campo lila) y habitamos dentro del cuerpo para experimentar la materia y crear la realidad.

 

Conectarnos o centrarnos es ir de vuelta al corazón, al núcleo del ser (que no es el cerebro, ni el intelecto, pensamiento o ego), pues es allí situados que estamos en nuestro centro energético más poderoso y podemos comunicarnos con los centros de los otros, del mundo, galaxias, universo. En otras palabras, nos alineamos con el centro del campo lila supremo, aceptamos su inteligencia y nos rendimos ante él abandonado los deseos egóicos de control del universo. Para centrarnos es preciso realizar un proceso de ir hacia el verdadero núcleo del ser a través del autoconocimiento, conciliación, re-equilibrio y despertar del propio campo energético y de consciencia. A través de este centramiento podemos comprender quiénes somos y cuál es nuestra participación en el universo. No somos sólo experimentadores de realidad, también somos seres que crean, pues como es arriba es abajo. Lo creado tiene a su vez la capacidad creadora del que crea, gracias a la dualidad masculino-femenino que imprenga todo (principio de polaridad y principio de generación de la filosofía hermética).

 

Pero para crear es necesario ser responsables, ser conscientes de lo que creamos, de lo contrario podemos estar repitiendo realidades basadas en patrones inconscientes de miedo y sufrimiento. Somos libres de tomar las decisiones que nos permitan crear desde otros principios diferentes al miedo, como el amor. Para esto, es necesario centrarnos en la energía del corazón de manera consciente.

 

Creamos la realidad en el intercambio entre nuestra consciencia creadora, la consciencia creadora de los otros y la consciencia creadora universal. En este intercambio podemos promover la evolución y el cambio de esta realidad hacia una más armónica.